Características y estructura
El filtro pasivo de captación QUILTON está diseñado para que la velocidad de paso a través de la toma sea de 0,15m/s como máximo, con el fin de minimizar el arrastre de sólidos y cumpliendo con la normativa americana EPA. Debido al débil efecto de la aspiración alrededor del filtro estático para la toma de agua, el impacto sobre la fauna y flora es mínimo.
La gran superficie abierta de la toma de agua hace que el caudal a captar pase a través de sus ranuras sin turbulencias, y su instalación en paralelo a la corriente permite que los sólidos pasen sin detenerse en la superficie de la toma.
El buen reparto de esta aspiración se realiza gracias a su geometría, al tubo modulador y a la elección óptima de la longitud filtrante.
La limpieza se hace por inyección de aire a presión dentro de la toma y a contracorriente. Dispone de un distribuidor de aire en su interior y a lo largo de la longitud de la toma para realizar esta limpieza.
El aire expulsa lejos de la superficie filtrante los sólidos adheridos, los desplaza y permanecen en el mismo medio (río, lago, embalse, mar…), sin tener que recogerlos ni manipularlos; normalmente los arrastra la propia corriente.
La limpieza se puede realizar manual o automáticamente, mediante un programador cíclico que efectuará la limpieza secuencialmente. El sistema de limpieza se instala normalmente en seco, en las riberas de los ríos, lagos y embalses, o en la orilla del mar.
Las pérdidas de carga son mínimas, normalmente inferior a 20 cm. de columna de agua para filtro limpio, y el costo de energía durante el funcionamiento es únicamente el que corresponde al trabajo del compresor para llenar el depósito de almacenamiento de aire comprimido.
Los filtros pasivos de captación QUILTON se construyen en diferentes calidades de aceros inoxidables y de aleaciones especiales, según requerimiento. Entre las diferentes aplicaciones, pueden utilizarse en procesos desalinizar agua de mar, plantas de potabilización o regadío.