Características y estructura
El tamiz estático QUILTON está constituido principalmente por un bastidor y una rejilla filtrante. Su particularidad se encuentra en la forma de las barras de la rejilla, lo que le reporta ventajas esenciales en comparación con los tamices estáticos de barras rectas.
Por otro lado, la rejilla del tamiz estático QUILTON posee tres pendientes. Dos de filtración y una última de escurrido. En la primera rampa se consigue la mayor filtración de aguas brutas, siguiendo la filtración en la rampa segunda y en la tercera realiza el último escurrido de los sólidos retenidos por el tamiz estático. Las ventajas que presentan las tres diferentes pendientes son sucesivamente:
- Filtrar la mayor cantidad de líquido.
- Retener los sólidos mayores que su luz.
- Escurrirlos antes de su descarga.
Partes constitutivas
- Bastidor: este elemento está construido en acero inoxidable. Además, hace la función de depósito, el cual está dividido en dos zonas:
- La primera, en la parte superior, es la entrada del fluido a tamizar donde rebosa y pasa a la rejilla filtrante.
- La segunda, en la parte inferior, es dónde llega el fluido ya filtrado, y del cual sale por gravedad, por la brida de salida.
- Rejilla filtrante: está constituida por perfiles laminares triangulares ondulados, formando una rejilla sinusoidal. Esta rejilla filtrante está formada por tres rampas de diferente inclinación cada una.
- Tapas: las tapas del tamiz estático QUILTON, además de aportar seguridad y protección, minimizan los posibles olores que puedan provocar los líquidos a tamizar.
- Sistema de giro de la rejilla filtrante: la rejilla filtrante posee un eje que le permite girar. Para realizar la citada acción se deben soltar las presillas superiores y los tornillos situados en la rampa de vertido. De esta forma podemos limpiar la rejilla filtrante por su cara interior y también acceder al depósito inferior para su mantenimiento.