Funcionamiento
El agua para tamizar llega por gravedad o bombeo y a través de la brida de alimentación. La tubería de alimentación al rototamiz se conecta con la brida de entrada en la zona de distribución, donde el agua alcanza y se pone en contacto con el tambor rotativo a través de su cámara de distribución que reparte el agua a todo lo largo del tambor filtrante.
El agua pasa a través de los perfiles en "V" que forman el tambor mientras que los sólidos superiores a la luz de malla quedan retenidos en la superficie del mismo. Estos sólidos son transportados por el tambor en su giro hasta que son separados de él por un rascador, que se apoya a lo largo del tambor y facilita la descarga de los mismos.
Este rascador, situado en la parte opuesta a la alimentación, está en contacto permanente con el tambor en toda su longitud por el empuje de un muelle, que también compensa automáticamente su desgaste.
El agua filtrada, limpia, pasa a la parte inferior del tamiz a través de los perfiles en "V" limpios de sólidos que arrastran las partículas no separadas por el rascador. El agua tamizada sale del tamiz rotativo QUILTON por la cámara de recogida del agua filtrada, situada en la parte inferior, a través de una conexión embridada. También dispone de una brida de salida de emergencia y otra de vaciado.
El tambor filtrante está formado por un hilo de perfil en "V", enrollado de forma helicoidal y electrosoldado a un chasis, especialmente optimizado para esta aplicación. Los puntos de soldadura de los hilos y los soportes aseguran una estructura rígida de gran resistencia. El peligro de colmatación y obturación es muy reducido gracias al paso en V, entre hilos, que no permite más de 2 puntos de contacto con las partículas.
El rascador o rasqueta puede ser en latón, bronce, cobre, o en material plástico para no deteriorar el tambor construido en acero inoxidable. El empuje y contacto con el mismo se consigue mediante la acción y empuje de un sistema que permite regular la presión de la rasqueta manualmente.
El sistema de lavado y limpieza de la malla del rototamiz consiste en un tubo, provisto de boquillas de pulverización equidistantes entre sí, situado en el eje del tambor a lo largo del mismo.