El tamiz de tornillo vertical permite la separación de los sólidos presentes en las aguas residuales para su posterior compactación y deshidratación, con objeto de dar solución a problemas relacionados con el pretratamiento de aguas residuales; especialmente previo a bombeos.
La luz de malla del equipo varía desde los 2 mm a los 10 mm de espesor. El eje central cuenta con espiras de diferente forma, paso e inclinaciones para mejorar el transporte y el compactado.
El agua residual entra a través de la alimentación a la cámara de entrada, siendo ésta, una construcción rectangular y abierta en su parte superior que realiza la función de aliviadero de emergencia en caso de fallo de suministro eléctrico, exceso de caudal y/o atascamiento por sólidos.
Una abertura rectangular en la parte inferior de la cámara de entrada conecta esta cámara con la cesta del tamiz, siendo los sólidos mayores que la luz retenidos mientras que el agua fluye por gravedad a través de los orificios de la chapa perforada y zona filtrante del tamiz.
Los sólidos quedan retenidos en la zona filtrante del tamiz y su limpieza se realiza mediante el cepillo montado sobre la espiral, que al mismo tiempo transporta los residuos retenidos en dirección ascendente y los compacta en su zona final.
En su elevación vertical los residuos se deshidratan y compactan antes de descargarlos a un contenedor. El líquido procedente del prensado (escurridos) se recoge y retorna a la cesta de tamizado por medio de una manguera flexible.
El tamiz tornillo vertical QUILTON presenta las siguientes características estructurales y mecánicas:
El tamiz de tornillo vertical es un equipo formado fundamentalmente por cuatro partes:
El agua atraviesa la cesta, que permanece fija, y cuando el nivel de agua alcanza un valor establecido se acciona el motorreductor y el tornillo comienza la extracción de residuos. El diseño del equipo garantiza que ningún sólido pase a través del mismo por efecto de arrastre.
La zona de compactado está constituida principalmente por un tramo sin espiral donde se desplaza el producto a baja velocidad. El cuerpo tubular, a la salida, tiene una contraespira y una pala para la retirada de los sólidos desbastados. El volumen de los residuos a la entrada, dependiendo de la naturaleza de éstos, queda reducido entre el 30 y 50% una vez compactados, siempre y cuando el grado de colmatación sea 20-30%.
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